domingo, 29 de abril de 2012

El lenguaje de los símbolos, los colores del alma

Por Norma Rosa Torello





La propia naturaleza

tiñe el alma de colores

 el alma gana brillo,

cuando se encuentra

con su propia naturaleza

 reformada,

por haberse pulido

 en el camino de la transformación.

  Despejado el camino,

el alma se libera de encrucijadas

 y se siente uno con todo.

Sabio, lo inconciente

 revela a su tiempo,

su propio lenguaje,

el lenguaje de los símbolos. . .

 Formas , colores,

imágenes primordiales, sonidos. . .

 todo es un recuerdo.

El pasado, el presente y el futuro

se unen,

el tiempo es uno,

la visión es otra. . .

 sin excesos el ser transcurre

 por este plano liberado,

aumentando sus facultades,

comprendiendo,

Sin esforzarse racionalmente

 el funcionamiento de su naturaleza

 es la base esencial

 la substancia misma. . .

 Reconoce su propia base

 de la cual emerge en este tiempo,

para proyectarse al mundo,

transformándola. . .

 Y allí el alma iluminada

 conoce el camino de la creación.

 Lo recorre , lo transita,

siente el placer más exquisito,

el goce más perfecto,

está sutilizando la materia,

 logra la transformación,

 regenera, transmuta,

 se vincula con lo trascendente

y vuela, aunque no tenga alas,

recorre cada lugar,

viaja,

adquiere virtudes,

vibra,

 con cada renacer.

el ser integrado,

entiende su lugar

  su búsqueda es permanente

 después de tanto caminar,

ha encontrado el sentido de su vida.

la fuerza de lo verdadero,

lo acompaña en cada despertar.





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