Por Norma Rosa Torello
Sabio es quien sabe vivir, no quien posee muchos conocimientos. Aspirando a los bienes verdaderos la in-dependencia y la libertad.
De allí la máxima del sabio de Samos, “Conócete a ti mismo”. No solo reconozcas tus virtudes sino también, conócete en tus debilidades para aprender a dominarlas. . .
“Más allá del Cosmos, del Tiempo, del Espacio, de todo cuanto se mueve y cambia, se encuentra la Realidad Substancial, la Verdad Fundamental”.
El Kybalion
Así como es arriba es abajo.
Este principio hermético encierra la Verdad, de que hay siempre una correspondencia entre las leyes y los fenómenos de los varios estados del ser y de la vida.
Un hombre es un Universo en miniatura, lo que sucede en el Macrocosmos (Universo), sucede en el Microcosmos (hombre).
El tiempo, simbolizado en la ilustración por los relojes de arena, marca los ciclos por los que vamos transitando.
El ojo, el despertar progresivo de la vista interna, de la intuición (captar la esencia), proceso natural que se desarrolla como consecuencia de un camino interior, al cual el ser despierta a lo largo de su existencia.
Desde nuestra óptica humana, el tiempo, nos habla de fines y de principios, de transcurrir. Nos pone límites a nuestra existencia terrenal, manifestando los diferentes niveles de realidad que vamos experimentando como sucesión de hechos concatenados devenidos en procesos contenidos en hemiciclos y grandes ciclos.
Si lo vemos de otra manera, esos límites que creemos nos marca el tiempo, son en realidad las limitaciones que nosotros mismos por diversas circunstancias nos ponemos en la vida.
Todo nace y vuelve a perecer, fluye y refluye como una continuidad dinámica, en la que lo que es hoy ya no será después.
De la prima materia al opus alquímico, encontramos el mismo eje con distintos niveles de vibración.
Todo se transmuta, a través de acciones y reacciones, de causas y efectos mas es el tiempo el testigo fiel de este orden natural de todas las cosas de este mundo.
Vivimos sucesivas muertes y nacimientos a lo largo de nuestra existencia terrenal, nos vamos transformando, vamos aprendiendo y aprehendiendo, iniciamos un viaje donde paso a paso descubrimos los velos que no nos permiten despertar a la aurora de la consciencia, en busca de nuestro yo real, para ser en si y ser con los otros, cuestión que finalmente da sentido a nuestra existencia. . . Mientras tanto el fascinante y misterioso escenario que nos permite desarrollarnos sucede en un continuum de presentes paralelos, donde lo estático no tiene lugar. . . La vida.
Vivimos sucesivas muertes y nacimientos a lo largo de nuestra existencia terrenal, nos vamos transformando, vamos aprendiendo y aprehendiendo, iniciamos un viaje donde paso a paso descubrimos los velos que no nos permiten despertar a la aurora de la consciencia, en busca de nuestro yo real, para ser en si y ser con los otros, cuestión que finalmente da sentido a nuestra existencia. . . Mientras tanto el fascinante y misterioso escenario que nos permite desarrollarnos sucede en un continuum de presentes paralelos, donde lo estático no tiene lugar. . . La vida.
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