miércoles, 10 de agosto de 2011

Pequeños pasos, grandes huellas. . .

por Norma Rosa Torello
de su libro Palabras de un Peregrino

Solo en momentos difíciles nos damos cuenta de lo que perdimos o no hemos valorado. Poner el freno y reconsiderar nuestro camino nos ayuda a encontrar el rumbo, del que por distintas circunstancias nos hemos alejado.
Cotidianamente se expresa en nuestra vida una cualidad esencial llamada belleza, está íntimamente ligado con el amor y junto con la fuerza y la sabiduría constituyen  las tres cualidades esenciales para la expresión armoniosa del alma humana.

En el espacio profundo,
el alma vuela y canta. . .
Por esa melodía entrañable,
por ese cielo azul,
por las noches serenas
colmadas de estrellas,                                                      
                                               
por la inocencia del niño,
por el sol radiante energizándolo todo.
por esa luna plateada
Iluminando la noche.
Por los colores del alba,
por ese árbol que crece,
por el silencio compartido,
cuando se agotan las palabras.
por la fuerza de la vida,
que pugna por crecer,                                                  
a  pesar de los intentos de destrucción.
Por ese hombre, por esa mujer,
que luchan por no quebrarse. . .
Por la convicción y las ganas.
por el extiende sus manos.
por los que predican su prédica.
por la simetría encontrada,
por el camino del medio,
por comprender que solo es apariencia. . .                     
por lo auténtico y lo mejor
de cada uno de nosotros,
por la parte que me toca,
por esa mano en el hombro,
por ese gesto sincero,
por la amistad y el abrigo de tus manos
cuando el frío se siente en el alma.
Por compartir el dolor,
pero también la alegría.
Por los tesoros ocultos,
y los nobles sentimientos.
Por la fuerza vital que acompaña                     
cada acto del que sirve.
Por los poetas y los soñadores.
porque existe una virtud llamada paciencia.
Por la sencillez, la humildad y la confianza.
Por los grandes seres que nos enseñaron
que el camino posible es el amor.
Por los que se preguntan.
Por los que tratan de construir                                 
Y dejan caer las fronteras en el pensamiento.
Por las formas y el color.
Por el maestro silencio. . .
YO CREO EN LA VIDA,
PORQUE CADA PEQUEÑO PASO NUESTRO
DEJA UNA HUELLA PROFUNDA,
QUE NO PUEDE SER BORRADA.
CADA INTENTO POR MEJORARNOS
NOS HACE MÁS HUMANOS
Y NOS REVELA QUE LA BELLEZA,
ES UNA FLOR QUE SE ABRE
SOLO PARA AQUEL
 QUE ESTA DISPUESTO A VERLA.




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