Fue ayer cuando entró en la eternidad del tiempo su “Alma de Diamante”
Por Norma Rosa Torello
Luis Alberto Spinetta, ( El Flaco), uno de los padres del rock nacional, tuvo sin
lugar a dudas un estilo peculiar dentro
del género.
No se parecía
a nadie, siempre fue él mismo. Llevaba la música en la sangre, y los poros de
su piel dejaban traslucir en sus notas, la potencia de su música, junto a la
paz que trasmitía en tantos de sus temas, donde el cosmos, la energía, la luz,
el amor, término este último en que se
resume todo, no solo eran palabras sino
sentimientos producto de vivencias
internas, donde podía fundirse y ser un ecosistema donde él podía bucear y moverse con naturalidad en
aguas extrañas para muchos. Sabía que
este es un mundo de dualidades.
La particularidad de Spinetta reside en que DESDE
SUS INICIOS, insertó en su poesía una cuestión metafísica innegable, en la que
yo infiero él creía y sentía profundamente arraigada por ser parte de su
natural impronta, en su ALMA DE
DIAMANTE. .
Respetado, querido y admirado por muchas
generaciones supo nutrirse de escritores, artistas, poetas y pensadores como Artaud, Rimbaud , Vincent Van Gogh, Carl
Gustav Jung, Sigmund Freud, Nietzsche, Deleuze , Foucault y quizás tantos otros, aunque también considero bebió del elixir de su
propia sensibilidad y sabiduría natural,
la cual supo aprehender a través de la intuición que otorga un conocimiento de
la esencia de las cosas.
Nunca fue un hombre mediático sino un amante del
conocimiento de sí mismo, y del entorno
que lo gravitaba, tenía una profunda conexión con la esfera celeste, el
universo espiritual, mas también del mundo material o tangible. Solo puedo
inferir que creía a ciencia cierta que la mente tiene un enorme poder, con las
ideas fuerzas que plantamos en ellas, a la vez que es un puente entre los dos
universos terrestre y celeste.
Luis Alberto
Spinetta, en cuerpo físico se fue de
este plano de causación, pero es aquí donde él sabía quedaría su legado, su
obra, su vida sin estridencias, su fe en las fuerzas superiores de la
naturaleza y en esa cosmovisión
particular que lo distingue porque cuarenta años atrás no era tan común su
decir poético respecto de estos temas.
Han dicho en algunos medios, “Se fue una leyenda del rock” desde mi
perspectiva, creo que esta leyenda que nos dejó el flaco, recién comienza,
porque con su talento y creatividad, su mirada humana de la gente y de la vida,
trascendió las tradicionales formas del rock, convirtiendo el ritmo de sus
melodías en conjunción con su poesía, muchas veces escrita en lenguaje críptico, en néctar para los sentidos.
Solo un pionero como él supo aquí atreverse a inmortalizarlo, como paradigma de los albores
de una nueva era. . .Hoy a entrado en la eternidad del tiempo. . .Su Alma de diamante.
Todas
las hojas son del viento. . .Todos fuimos. . .Todos somos. . .Todos podemos
ser. . .Gracias Luis!
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