El Peregrino sigue el impulso de su alma, la que da vida a
su naturaleza de buscador y lo impulsa a ser fiel a su convicción, a seguir la
senda que se ha propuesto. . .Un cúmulo de sentimientos, sensaciones, imágenes
e intuiciones acompañan sus vivencias. . .
Para el Peregrino no
hay desconexión entre el mundo celeste y el mundo terrestre, ya que el segundo
se circunscribe al primero y en esa rueda, él como pequeño creador está
incluido.
Lo interno no se desconecta de lo externo, por eso un
caminante tiene un alma de explorador innato que lo lleva a introducirse en sus
misterios, a indagar en sus zonas más obscuras, para comprenderlas y
transformarlas en luz. . .
Busca optimizar su
naturaleza, encuentra la libertad en la medida que se mantenga fiel a su
esencia. . .
El hombre no se
divide en cuerpo, mente y espíritu, para el caminante todo está integrado y
trata de practicar en lo cotidiano la palabra en la que cree fervientemente. .
.Solo aspira a que Dios alumbre su consciencia, su humilde condición de
peregrino. . .ya que lograr la práctica del Amor, constituye su fe más genuina,
la verdad en que se asienta su religión. . .y su propósito de vida, aquí en la
Tierra.