La propia naturaleza
tiñe el alma de colores
el alma gana brillo,
cuando se encuentra
con su propia naturaleza
reformada,
por haberse pulido
en el camino de la
transformación.
el alma se libera de encrucijadas
y se siente uno con
todo.
Sabio, lo inconciente
revela a su tiempo,
su propio lenguaje,
el lenguaje de los símbolos. . .
imágenes primordiales, sonidos. . .
todo es un recuerdo.
El pasado, el presente y el futuro
se unen,
el tiempo es uno,
la visión es otra. . .
sin excesos el ser
transcurre
por este plano
liberado,
aumentando sus facultades,
comprendiendo,
Sin esforzarse racionalmente
el funcionamiento de
su naturaleza
es la base esencial
la substancia misma.
. .
Reconoce su propia
base
de la cual emerge en
este tiempo,
para proyectarse al mundo,
transformándola. . .
conoce el camino de
la creación.
Lo recorre , lo
transita,
siente el placer más exquisito,
el goce más perfecto,
está sutilizando la materia,
logra la
transformación,
regenera, transmuta,
se vincula con lo
trascendente
y vuela, aunque no tenga alas,
recorre cada lugar,
viaja,
adquiere virtudes,
vibra,
con cada renacer.
el ser integrado,
entiende su lugar
su búsqueda es
permanente
después de tanto
caminar,
ha encontrado el sentido de su vida.
la fuerza de lo verdadero,
lo acompaña en cada despertar.